lunes, 1 de noviembre de 2010
Dí que sí.
Unmei Ronin dice que sí a todo, o a casi todo.
Bajo esta premisa se desenvuelve Unmei Ronin entre nosotro, corre por las amplias avenidas de nuestros "tal vez cuando tenga tiempo" y las pliega, pasea por las calles estrechas de nuestros "peros" y las ancha , o se regodea entre los atajos del "no encuentro nunca el momento" y les quita aristas y recobecos.
Muchos ante su presencia, le tacharían de ingenuo y de escasa personalidad. Nada más lejos de la realidad: más consciente que muchos de nosotros, autómatas, clones fashions de esta sociedad. Él tiene las miras extraordinariamente abiertas, en eso estad seguros que nos supera, desde un bocadillo de tortilla francesa y paté, hasta el hecho de perderse en Moscú queriendo.
Sociedad, que como él mismo dice "ya es ella la que nos lleva". Aunque también hubo un día en el que nosotros la creamos, para que más tarde adoptase por sí misma esa personalidad de agujero negro que absorbe a esos que van en contracorriente y de aquellos que no se conforman con seguir ciertas pautas predefinidas, con Unmei Ronin no ha podido todavía, y espero que por mucho tiempo.
Como decia, Sociedad, esa es su cuartada; estar en contra o a favor según se mire, de lo que sea menestér.Él ha encontrado los recobecos para disfrutar ayudándonos sin más, otras veces intenta que veamos esa realidad suya, tan suya que es, por mucho, lo que le hace feliz.
Como si de Alicia en Wonderland se tratase, está abierto a todo y eso es en realidad lo que le hace ser y estar más feliz que cualquiera de nosotros y lo más dificil: entre nosotros. Con una perspectiva tan amplia que, a veces, marea. Nosotros somos los que le miramos entre extrañados y envidiosos, preguntándonos si tal vez no sólo le pueda funcionar únicamente a él esa forma tan peculiar de ver la vida.
Él dice que sí a todo, o a casi todo.
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